Mostrando las entradas con la etiqueta literatura uruguaya. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta literatura uruguaya. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de noviembre de 2023

A JORGE LUIS BORGES

 

Tarde fue en mi mediodía
que al borde de Maipú al novecientos
noventa y cuatro me allegué;
ya no estaban
ni tu bastón ni tus palabras
entrecortadas
como el astro oblicuo
entre la pérgola de los patios fervorosos;
 
Ya no estaban
tus palabras certeras
como la daga del lejano cuchillero,
las guitarras gauchas,
los aljibes que atrapan la plata lejana,
el laberinto de tus etimologías
en los confines del abismo,
el horror de los espejos.
 
Ni menos aun
los juegos con la memoria y el tiempo,
despoblados estantes sin aliento
donde Chesterton o De Quincey;
el caos meticuloso,
tus omnipresentes muertos,
y tu Patria que es un poco la mía
en razón de colores y de geografías.
 
En este hoy sin almanaques te sé
junto a ese otro polímata
por poco ya olvidado,
al fin compartiendo metáforas
en horas lánguidas
por la generosa benevolencia
de ese propósito ético
al que llamaste Dios:
El mismo a Quien te dirigiste “por si acaso”
intuyendo la luz
que en décadas te fue vedada,
en tu postrero Padrenuestro. 
 
Me queda tu vasto universo
poblado de inexorables diagonales,
sin igual en los siglos castellanos,
y aun la esperanza del encuentro mañana,
a efectos de compartir
estos versos apenas insinuados.
 

(C) Enrique Merello-Guilleminot

1er Premio en Poesía en el Certamen literario organizado por la Asociación Calabresa Mutual y Cultural de Buenos Aires (Argentina), noviembre de 2023

Imagen: Internet

sábado, 2 de septiembre de 2023

BREVE RELACIÓN SOBRE LA DESAPERCIBIDA MUERTE DE UN SOLDADO EN TUYUTÍ

Como los demás, estaba a la espera de instrucciones. Sería ya media mañana de ese 24 de mayo de 1866. Allá a lo lejos, entre los palmares vio un tumultuoso movimiento, pero a ojo desnudo, loma de por medio, nada más que eso podía distinguir. El sudor y su chaqueta roja ya eran una sola cosa.

Recuerda cuando recibió la convocatoria de parte del Mariscal. “Precisamos de todos”, dijo. “La Patria está en peligro”. Entonces, se despidió de su mujer con un beso en la frente y después de sus tres hijas de tres, seis y cinco años. El abrazo fue apretado, interminable. “Tanderovasá” se escuchó decir, antes de abandonar el rancho asunceño. El día no había aún clareado cuando con su vetusto fusil de chispa y su machete a la cintura se hizo a la marcha, con la certeza de hacer lo que correspondía hacer. Nada más, ni tampoco nada menos.

No era la primera vez que la Patria se encontraba bajo la misma amenaza. Taita guasú, el padre de su padre se había batido a la orden de Andresito. Y tras la selva, en los tiempos de los pa’is, cuando los bandeirantes incursionaban una y otra vez en la región, sus antepasados estuvieron en servicio, con las lanzas afiladas, dispuestos a darlo todo por defender lo propio, que es precisamente lo que hace de algunas guerras, según escuchó de sus superiores, “no sin pena, guerras legítimas”, por cuanto “la guerra nunca es cosa buena”. Así que esta circunstancia en la que se encontraba no era historia nueva, antes bien, apenas la rememoración de otra tan antigua como luctuosa.

Ahí estaba, apostado en uno de los dos batallones puestos bajo la orden del General Resquín, mientras dejaba pasar el imperioso tiempo espantando moscas y mangangaes. La noche había sido quieta y felizmente fresca, pero presintió en ese frescor el frío de la muerte, o peor aún, el presagio de una jornada nefasta para todos. Más allá de las tiendas de los oficiales alcanzó a adivinar la figura de Madame Lynch aquí y allá, departiendo con unos y con otros. “Tiene el magnetismo de su marido”, pensó. Algunos diálogos horadaban el silencio como ansiosa bayoneta.

                                    

Los primeros intercambios de fuego tuvieron lugar sobre el mediodía. El sol ya estaba fuerte. La misión dispuesta era cruzar el estero Bellaco norte primero por el paso Yatayty Corá. La tierra de nadie, esos dilatados potreros apenas interrumpidos por pequeños bosques de arbustos achaparrados y palmares, seguramente habría que atravesarla bajo el fuego enemigo, pensó. Se dio la orden de avanzar. El soldado apagó su cigarro, sorbió tres veces el mate ya lavado y frío, y al son del clarín inició la marcha.

Recordó a su kuña, a sus hijas pequeñas, en tanto se adentraba con dificultad en medio del estero antes de cruzar el paso Lequizamón. Más allá, ocho regimientos de caballería se hacían camino rumbo a las posiciones enemigas, cuya artillería ya había comenzado a arremeter, con su sesgada lluvia de muerte. Entendió entonces que empezaba su combate, y que la suerte estaba echada.

Ore Ru, yvágape reiméva,

toñembojeroviákena nde réra,

ta ore añuãmba ne mborayhu…

Y efectivamente tuvo suerte. Imbuido en la plegaria, como queriendo exorcizar el estruendo del fuego y del cañón, con el corazón caliente encontró su destino cuando dos disparos le atravesaron el pecho. “Muero por la Patria”, alcanzó a decir entre borbotones de sangre, antes de fijar la mirada al Cielo.

Postrado desde entonces tras infinidad de sufrimientos, este añoso escribiente es quien deja por escrito estos sucedidos, una vez más padeciendo mientras escribe y con obstinada claridad, el horror de esas casi cinco horas dantescas de la primera de Tuyutí.

Agradezco a Tupã Ñandejára la fortuna de poder registrar para la posteridad las últimas horas de ese soldado, de ese héroe, un mártir como los que se cuentan miles, un mártir de quien nunca supe su nombre.

(C) Tomado de Merello-Guilleminot, E. (2021) - Dialogos - Poesías y relatos varios, España, BoD.

Imagen:  "Batalla de Tuyutí" (detalle), pintura de Cándido López (1840-1902).

 

 

lunes, 17 de abril de 2023

CAMINANDO SOBRE EL SURCO GREGORIANO

Entrevista: S.C.

Enrique Merello-Guilleminot acaba de re-editar Por los caminos de Dios – Crónicas de un peregrino latinoamericano (BoD, España, febrero de 2023), una obra original, de múltiples riquezas que se ofrece en papel y en formato e-book en librerías y plataformas de todo el mundo. La ocasión fue propicia para conversar con el autor sobre la misma, a fin de adentrarnos en sus aspectos más sobresalientes.

-Podría Ud. explicar en qué consiste Por los caminos de Dios?

-El libro se me ocurre una metáfora del viaje al que todos estamos llamados a hacer, porque responde fácticamente a la búsqueda más importante que puede hacer el ser humano, que es la búsqueda de Dios, el Creador de todas las cosas, omnipresente y omnisciente.



El autor frente al pórtico de acceso a la Abadía de Santo Domingo de Silos (España)

-¿Por qué un gregorianista escribiría un libro de estas características?

-Precisamente, el hilo conductor es el canto gregoriano, un patrimonio de la humanidad que expresa como ningún otro repertorio melódico la belleza de la alabanza divina. Más allá de eso, escribo desde mi infancia y lo seguiré haciendo, porque escribir o incluso dibujar no colisiona con mi profesión musical.

-¿Qué razones encuentra para presentar un libro de crónicas de viaje en el siglo XXI?

-Bueno, el género de relatos de viaje, esto es la literatura de viajes, reales o imaginarios, es tan antiguo como el hombre, yo diría; en la Edad Media era la “banda ancha” para conocer el resto del mundo...o para soñar. Hoy tenemos internet y es fácil viajar en presencia a conocer otros lugares, o cómodamente sentados a partir de los testimonios de quienes los describen en imágenes. Personalmente, el encanto de “leer” diferentes escenarios geográficos a partir de una descripción literaria me sigue resultando muy especial. La lectura hace de esto una experiencia personal.

-¿Qué diferencias existe entre esta edición española de la obra con la primera edición aparecida en Montevideo en 2010?

 -Unas cuantas. Los que escribimos siempre re-escribimos. Hay correcciones y actualizaciones de ciertos datos, siempre con la idea de afilar el lápiz, de una mayor precisión en el desarrollo narrativo. Lo que está consignado en un aparato crítico bastante importante, sin mencionar un apartado descriptivo de los monasterios benedictinos que visito o menciono.

                               Cubierta de la 1era. edición de la obra, publicada en Montevideo en 2010.

-¿Cuándo tuvo lugar la peregrinación que da lugar al libro?

-El viaje, que fue una peregrinación a Roma atravesando cuatro países, tuvo lugar antes del cambio de siglo, concretamente en 1996; es decir prácticamente antes del boom de internet. Sin embargo, por lo que le decía antes, es evidente que su contenido lo hace atemporal. 

 -Una de las novedades del libro es su formato.

-Es verdad. El formato, que me parece bastante original, es un largo diálogo en el cual más que describir los diversos lugares por donde transcurre el viaje y el relato -monasterios, iglesias, monumentos, etcétera-, profundiza en los sentimientos que estos desprenden en el personaje, que en este caso soy yo mismo, en relación a mi interlocutor. Dialogar es intercambiar, y así se hace una forma de encontrar respuestas o certidumbres, de enriquecerse. Que es lo que quiero precisamente compartir con el lector.

Descárguelo aquí:  
Por los caminos de Dios
 
 S.C.
 
Enrique Merello-GuilleminotPor los caminos de Dios – Crónicas de un peregrino latinoamericano

Books on Demand, febrero de 2023

242 páginas - 2 x 1.7 x 19 cm

ISBN: 978-8413734057 (papel)

ISBN: ‏ 8413734053(e-book)

                                                                                                                                                       

 


viernes, 10 de julio de 2020

Tras la publicación de Diálogos – Poesías y relatos varios: DIALOGANDO CON ENRIQUE MERELLO

Rodeado de sol, libros, instrumentos, cuadros, con el marco tras el ventanal del río Maine y la silueta de la ciudad medieval, nos recibe Enrique Merello-Guilleminot en el escritorio de su apartamento angevino, a propósito de la publicación de su último libro. El siguiente es un resumen de nuestro dialogo.

- ¿Cuáles son los móviles que le llevaron a escribir y publicar este libro, Ud. que es conocido sobre todo por sus contribuciones en el plano musical y musicológico?

- Entiendo que nada inhibe a quien ha hecho pública su trayectoria a lo largo de cuatro décadas en el dominio de la música a publicar un libro con un móvil más “literario” si cabe la expresión, que musical. No es un hecho novedoso la existencia de músicos que escriben o que pintan o que actúan, etc. 

- Cuarenta años, ¡son muchos años! 

-  Hace cuarenta años yo había hecho bastante: había terminado un curso de dibujo, había escrito dos poemarios con cuentos, y todo un ciclo de canciones de estilo popular que había interpretado en parte con un grupo juvenil a la guitarra. Y en ese año 1980 comencé no sólo a estudiar la música más seriamente, decidido a dedicarle mi vida, sino a hacer la crítica musical en un programa matinal que entonces se emitía en la radio oficial del Uruguay, el SODRE.

- Entonces, podría decirse que con Diálogos Ud. está volviendo a las fuentes, como se suele decir…

- Tal vez retomando un camino dejado un poco de costado, pues este libro fue fruto de un largo proceso, iniciado incluso antes de comenzar a incursionar en el mundo del canto gregoriano, repertorio por el que en efecto se me asocia más. Hay en él trabajos que vienen de la década del ’80 y del ’90, y otros completamente recientes. Es un trabajo de gestación largo, y un trabajo de armado y conclusión relativamente corto. Ud. me preguntaba sobre los móviles de este proyecto y yo le respondo: hacer conocer entonces otro de mis intereses, que es escribir. Compartir con el lector mis temas favoritos, desde mis formas preferidas que son la poesía y la narrativa. Ahí están el amor (que es el centro y núcleo de la vida) y también el desamor, la fe, la lejanía de la patria o del tiempo, el concepto de destino según se nos ha enseñado, la historia, los ancestros, las realidades alternativas, el fino borde entre la realidad y la ficción, el juego como metáfora de la existencia misma…


- ¿Por qué el título? 

- Precisamente, eso es parte del juego o de la poesía, o de ambas cosas: es cierto que Diálogos no es un título original, tout court, pero agregado al subtítulo Poesías y relatos varios, me pareció que se dan más precisiones, al mismo tiempo que sugiere una colección de muchas otras posibles, diríamos como un “surtido”, alejándola de los otros magníficos Diálogos como los de Platón, los de San Gregorio el Grande, los diálogos socráticos, los de Cicerón, los de Erasmus, obras todas monumentales, aunque en estos casos más bien el término refiere a un género de prosa desarrollado en la Grecia antigua. Reconozco sin embargo que decidí mantener este título que elegí en los ’80, en homenaje a San Gregorio, un papa a quien venero por obvias razones, pero también por haber sido el primer biógrafo de San Benito de Nurcia, el padre del monaquismo de Occidente y patrono de Europa. Lo que puede sorprender al lector y a Ud. misma como habrá visto, es que la estructura dialógica no es la principal característica de la obra. Más allá incluso a los globos de comics de la cobertura, ese género artístico que mucho me gusta y aprecio, expresado a la manera del pop art de Lichtenstein con sus puntos Ben-Day. En realidad, los diálogos a los que refiere son de otro orden, y le dejo al lector encontrar la clave del enigma. 

            - Digamos que el profesor le deja deberes a los lectores… (risas).

- Y bueno, si Ud. quiere. Eso es parte de los otros niveles de lectura. Pero también está el costado religioso. No es novedad a esta altura que soy cristiano. Crear, ya sea escribir, hacer música o dibujar, supone una suerte de diálogo, con Quien está por encima de nuestra racionalidad y nuestra naturaleza. Es allí donde surgen las conexiones y donde se da lo inefable. Es el estro, la inspiración, una epifanía resultante de utilizar recursos desde el otro hemisferio cerebral, o como Ud. quiera llamarle. Así, la creación se hace también una forma de oración. 

- ¿Desde cuándo escribe?

- Cuando en mi infancia dibujaba, guionaba también las tiras cómicas de los personajes que yo mismo creaba. También tomaba las melodías de los tubes del momento que entonces en los ’70 hacían furor en Buenos Aires y luego en Montevideo, para ponerles letras propias, tan ingenuas como espantosas, antes de hacérselas oír a mi familia, santa paciencia (risas). Tiempo después comencé a escribir las letras con su música y finalmente, luego de creer dominar ese arte, me decidí a escribir poesía, sin más, ya en la adolescencia, y también cuentos, que hoy prefiero no leer.

- ¿Y cómo era esa poesía incipiente?

- Por entonces, aprendiendo de Baudelaire, a quien descubrí en el liceo, buscaba las “correspondencias” ente las cosas, lo que me rodeaba y lo que sentía. Lo básico, ¿no? Debo decir que adquirí entonces una cierta habilidad en la adjetivación y luego en la metáfora. Entonces leía mucho a los surrealistas, gracias a un libro que encontré en la Feria de Tristán Narvaja, lo que tal vez sepa, es el más conocido marché aux puces del Uruguay: a Bretón, Artaud, Tzara, y también leía a los modernistas uruguayos Herrera y Reissig, Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou… Hay poesías en mi libro que expresan esa estética surrealista, y otra dedicada a Juana misma, “Elogio a Juana de Ibarbourou".

- Precisamente, en la primera parte del libro, que es un poemario, Ud. se vale de diversos estilos, cosa que puede sorprender al lector desprevenido, aunque hay que reconocer que ese procedimiento le da inusitada variedad...

- Desde esa variedad, creo que hay una unidad subyacente, o al menos es lo que espero haber urdido. Los estilos para los temas que elijo son simplemente los que entiendo más apropiados a lo que quiero expresar. Es lo que busco hacer al componer música. ¿Por qué habría yo de refusar una forma de lenguaje, si todo el lenguaje se nos ha dado para utilizarlo a nuestro antojo cuando nos es necesario? En ese sentido, la idea de “viaje de múltiples paisajes” a través de la música del lenguaje poético me resulta seductora, para definir qué cosa son mis Diálogos, por aquello de que "para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro", como decía Emily Dickinson.

- ¿Sus referentes en poesía?

- Borges lo expresaba con meridiana claridad: un libro habla de otros libros. ¿Cuáles son esos libros que he leído y amado? Y bueno, en poesía al mismo Borges, un maestro y ya un clásico en vida a quien vuelvo siempre con renovado placer, pero también Carlos Sábat Ercasty, un uruguayo penosamente olvidado de obra profusa y alto vuelo siempre -sus poesías parecen esculturas-; Juana de América, por cierto, o Bécquer, Rubén Darío, los místicos españoles, etcétera.

- ¿Entiende que hay público para la poesía hoy por hoy?

- Hoy por hoy el público se vuelca mayoritariamente a la novela, un género del que no soy muy afecto, y que hace las veces de largometraje en papel. A su lector le interesa sumergirse en universos cada vez más complejos, sentirse inmerso en ellos, entrar en la piel de sus personajes, oler lo que huelen, escuchar lo que escuchan. Y la poesía, más modesta en sus pretensiones, queda relegada a algún estante de las librerías, para un círculo de interesados mucho más reducido, diría que es una experiencia más íntima, entre el autor y el lector. Tampoco la industria editorial apuesta a este género, y pareciera que pervive más por acciones puntuales de municipios o entidades (concursos, festivales) que por los medios masivos. La autoedición y ahora también la edición bajo demanda, han dado y dan una mano a poetas y escritores muy valiosos. 

- Justamente, Ud. luego de publicar con editoriales reconocidas en Uruguay y en Francia, ha optado aquí por estas formas alternativas de publicar.

- Y lo seguiré haciendo a fin de publicar lo que quiero y cuando quiero. Sé bien lo que es estar detrás de los editores, y entiendo que ese no es mi juego. Tampoco persigo el “best-seller” ni apuesto a vivir de lo que escribo, por lo cual puedo dormir tranquilo.

- También de esa forma publicó hace diez años Por los caminos de Dios – Crónicas de un peregrino latinoamericano. 

- Y en el 2017 un trabajo de paleografía musical. Precisamente, vea Ud., Por los caminos de Dios es un libro de crónicas de viaje, pero desarrollado en forma de diálogo; un trabajo que debió haber salido mejor, prácticamente sin ninguna difusión y no obstante ello, recibió buena crítica.


- Diálogos, aparte de las trece poesías, incluye nueve narraciones, algunas breves, otras más desarrolladas, donde el tema musical siempre está presente; en algún caso es el asunto central, como en “El neuma”, o es el marco de acción, como en “Suite de Bach”. Pero el lector encuentra mucho más que eso en esa última sección. 

- Sí, hay temas, épocas, escenarios diversos, como diversas maneras de abordar la narración, distintos lenguajes. Jugar con el lenguaje o los lenguajes es mi juego, incluyendo el número que es una forma de expresar algo, sea una cantidad o una cualidad. Juego con el lenguaje como con todo, o con casi todo, vamos; la música en efecto, ocupando un lugar de honor, nobleza obliga.

- También con la historia.

- Es que no se puede aceptar la “Historia” con mayúscula, como una ciencia exacta, por más que la proteja Clío la antigua musa, y pese a Heródoto. Hoy hay una “historia oficial” como hay una “ciencia oficial”, lo que no quiere decir que sean inapelables. En “Tartaria Magna, el reino del Gran Khan o el imperio perdido” abordo ese controversial asunto.

- Un texto de ficción especulativa, que recuerda el “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” borgeano.

- No puedo negar que cuando lo escribía tuve bien presente esa magistral obra de Borges, cosa que expreso de manera elíptica allí en algún momento del relato. Ojalá el resultado artístico fuera análogo. En realidad, como le decía, no escribo obedeciendo a tal o cual movimiento, estilo o género. Ese tipo de catalogaciones es tarea de los críticos, esto es: los que escriben sobre lo escrito, haciendo de ese oficio a veces un trabajo de deconstrucción para ver el “cómo” y el “por qué”, u otras veces un trabajo de lisa y llana disección forense. Simplemente escribo por necesidad de hacerlo, y publico porque creo que el resultado puede proporcionar placer al lector. En este mundo inundado de información, como si de un nuevo diluvio se tratara, el ciudadano tiene acceso a toda la literatura creada por el hombre, sea en papel o también en formato numérico, por lo cual el hecho que seleccione mi libro y dedique parte de su tiempo a su lectura, ya para mí es un gesto que me distingue y halaga. En ese caso, encuentro allí otra forma de hacer el bien.
S.C.
Enrique Merello-Guilleminot - Dialogos - Poesías y relatos varios
Book on Demand, 2025.
124 pag. - 12,7 x 0,7 x 20,3 cm
ISBN 9788413731179 (papel)